¿Qué es el
chikunguña?
Literalmente,
la palabra «chikunguña» significa «doblarse o andar doblado». Por eso el
virus se llama así. Desemboca en una enfermedad, con el mismo nombre, que
produce intensos dolores en las articulaciones que obligan al
enfermo a doblarse. Conocida también como «artritis epidémica
chikunguña» o «fiebre de chikunguña», se transmite al ser humano principalmente
por la picadura del mosquito tigre, pero también por la de otros tipos de mosquito
Aedes. Se tiene constancia por primera vez de este virus en el año 1952, un
brote registrado en el sur de Tanzania. Se trata, según la OMS, de un
virus ARN del género alfavirus, familia Togavirida, la misma del rubeola o
sarampión.
¿Cómo se
transmite?
El virus del
chikunguña se transmite de una persona infectada a otra sana a través
de la picadura de mosquitos hembra infectados. Generalmente, los mosquitos
implicados son Aedes aegypti y Aedes albopictus,
dos especies que también pueden transmitir otros virus como el del dengue. Los
mosquitos pican durante todo el día, aunque su actividad suele ser mayor a
primeras horas de la mañana y al final de la tarde. Ambas especies pican
al aire libre, pero Ae. aegypti también puede hacerlo en
ambientes interiores.
¿Cuáles
son los síntomas?
Los primeros
síntomas de la enfermedad suele aparecer entre los cuatro y
ocho días posteriores a la picadura del mosquito infectado, aunque el
intervalo puede oscilar entre dos y doce días. Algunos signos son
similares a los del dengue, por lo que, en ocasiones, sobre todo en zonas donde
este último es frecuente, suelen confundirse los diagnósticos. El
chikunguña comienza con la aparición súbita de fiebre alta, en ocasiones
superior a los 40º C, que se extiende durante tres días. La temperatura
corporal elevada suele estar acompañada de intensos dolores en las
articulaciones. También son frecuentes los dolores musculares, las náuseas, el
dolor del cabeza, la sensación de cansancio y las erupciones cutáneas. Los
dolores articulares desaparecen generalmente en pocos días, pero, en
algunos casos, pueden durar varios meses e incluso años. Según la OMS son muy
debilitantes. En ocasiones, llegan a ser crónicos. Y en los casos menos
comunes, el chikunguña produce además dolores gastrointestinales o
complicaciones cardiovasculares.
¿Cómo se
cura?
El Centro Europeo de Control de
Enfermedades (ECDC) explica que la mayoría de los pacientes se
recuperan por sí mismos tras una convalecencia de hasta dos semanas. No
existe ningún tratamiendo específico para tratar la fiebre
chikungunya. Tampoco ninguna vacuna que la prevenga. El procedimiento
consiste principalmente en aliviar los síntomas, entre ellos el dolor
articular, con antipiréticos -fármacos para hacer disminuir la fiebre-,
analgésicos y muchos líquidos.
¿Es
mortal?
La tasa de
mortalidad es muy baja, entre el 0,3 y 1 paciente de cada 1.000 infectados. Se
trata principalmente de grupos de riesgo, niños pequeños, ancianos o
personas con complicaciones o patologías previas.
¿Cómo
protegerse del virus?
Las personas
que viajen a zonas de riesgo deben adoptar precauciones básicas, como el uso de
repelentes, pantalones largos y camisas de manga larga, o la instalación de
mosquiteros en las ventanas. También es recomendable activar el aire
acondicionado durante la noche, ya que los mosquitos huyen de las bajas
temperaturas o recurrir a mosquiteras rociadas con
insecticidad. El objetivo, principalmente, es mantenerse alejado
de estos insectos. También es importante evitar acumulaciones de agua estancada
-charcos, desagües...- cerca de nuestras viviendas, ya que los mosquitos
tigre necesitan agua para que sus huevos se desarrollen.
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